Clases de portuñol

Para los brasileños, el «taco» es un palo y el «salto» es un zapato de tacón. Con tantos falsos amigos, ¿quién se aventura a hablar portuñol?

¿Viajas a Brasil próximamente? Entonces, si no hablas portugués, seguro te auxiliarás del portuñol, una lengua inexistente pero increíblemente útil.

Primero: ¿Cuáles son las reglas gramaticales y la fonética de esa combinación descabellada de español con un par de palabras del portugués brasileño? Lo primero: toda palabra en portuñol se forma con el vocablo original en español y el sufijo brazuca -inho o -inha; de ahí salen palabras como «habitacionzinha» o «desayuninho». Como lo dijeron los argentinos en un graciosísimo comercial de la telefónica Personal, «¿Por qué creemos que sabemos hablar portugués?».

Pero ya en serio: según el creador del diccionario Hispanoluso, los brasileños y los hispanoparlantes no siempre se entienden al usar portuñol. Para ayudarse, quizá sea conveniente identificar los falsos amigos entre una lengua y otra, para evitarse inconvenientes estando en Brasil. Por ejemplo: «cadeira» en la lengua de Pelé es el objeto donde uno se sienta, no la parte corporal con el que las mujeres bailan el quadradinho –eso, por cierto, se llama quadril–.

Otros errores comunes: la brincadeira no se hace con los pies, y cuando te hablen de «la gente», no están hablando de los demás, sino de sí mismos.

Y si todo falla, no pasa nada: con el lenguaje universal de la sonrisa se puede resolver.

Foto: Rab Messina