Un recorrido a la medida en el Louvre

El museo más famoso de París es inmenso; por eso, nuestra presidenta recomienda recorrerlo con una visita guiada personalizada

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POR: Katingo Haché de Santelises

Estuve en París este año con un grupo de amigas, y teníamos al Museo del Louvre en nuestra lista de visitas. Con 38,000 objetos en exhibición y 72,000 metros cuadrados, el lugar es infinito, así que hay que acudir a él con estrategia; nosotras preferimos utilizar los servicios de una guía privada para llevarnos exclusivamente a las piezas en nuestra lista de deseos.

Llegamos allá alrededor de las 10 de la mañana, y junto a nuestra guía pudimos entrar por el espacio reservado para grupos, sin hacer fila. Rápidamente nos dimos cuenta de que nuestra francesa hispanoparlante nos estaba llevando a contrarreloj, visitando primero las piezas que tendían a llenarse con el paso de las horas: por eso pudimos ver la Mona Lisa, a la Libertad guiando al pueblo y la Victoria de Samotracia con comodidad. También pudimos ver con tranquilidad a la Venus del Nilo, mientras ella nos explicaba cómo la escultura terminó llegando al Museo, y a la Venus ofrece dones a una joven de Botticelli.

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Pero si quieren una muestra de cuán personalizado fue el recorrido, les dejo con esto: después de llevarnos a varias de las piezas en nuestra lista, la guía nos dejó con un regalo. Nos llevó hasta Suzanne au bain, un cuadro del pintor franco-dominicano Théodore Chassériau, nacido en Samaná en 1819. ¡Qué detalle tan hermoso!

Fotos: Katingo Haché de Santelises y fuente externa