Para llegar al restaurante Game Creek de Vail en temporada invernal hay que tomar un vehículo llamado snowcat, o “gato de nieve”. Es un tractor acondicionado con asientos tipo autobús, con capacidad para unas ocho personas, que transita por las montañas como si de una carretera se tratase. ¡Eso es una experiencia por sí misma! Por eso, ya que el restaurante queda en el medio de la montaña, esta es la manera más conveniente de llegar —ya en verano se puede llegar a pie o en un four-wheel, pues está ubicado entre Eagle’s Nest y la telesilla de Game Creek—.
Game Creek es un club privado estilo chalet, abierto solo para sus miembros al mediodía, pero para el público general a la cena —ojo, que es necesario reservar—. El primer piso es un bistro casual y tiene aparte una terraza, mientras que el segundo tiene el Mt. Jackson Room, un poco más elegante.
Aquí sirven cocina de fusión estadounidense-francesa con sello de autor. Por eso, logran elevar platos cotidianos como una hamburguesa a una gran exquisitez en base a la selección de buenos ingredientes regionales y de temporada, así como la adición de elementos importados como la trufa. El menú —hay opciones de precio fijo de tres y cuatro tiempos, así como la mesa del chef, de cinco—también incluye platos como el salmón ahumado, el salmón fresco a la plancha y las costillitas de cordero, con opciones para vegetarianos y una carta infantil.
Aparte, Game Creek cuenta con una carta de vinos con selecciones premiadas. Si van a Vail, esta es una visita obligada, con ojos cerrados.
Fotos: Bella NYC y Katingo Haché de Santelises
