POR: Luisa Then
Si pasan por Jamaica, no piensen solo en Kingston: vale la pena tomar un día para visitar Ocho Ríos, un pueblo al noreste de la isla, a unos 40 minutos de la capital. Si son amantes del ecoturismo, ahí pueden visitar un centro de recreación al aire libre —desde ziplining hasta cabalgatas— llamado Mystic Mountain. Pero si de verdad quieren retarse, a unos tres minutos del parque se encuentran las cascadas del río Dunn.
Les explico: estas no son unas cascadas solo para observarlas. La naturaleza decidió que las iba a hacer de forma escalonada, y el resultado es una escalera de piedras que llega casi a los 60 metros de altura, con casi 200 “peldaños” —los geólogos todavía no se explican qué sucedió ahí—.
Cuando llegué, vi personas de todas las edades escalando —y cuando digo “todas las edades”, me refiero a señores de hasta 70 años—. Después de dos horas subiendo los peldaños para llegar a la cima —ahí agradecí haber contratado una póliza de seguros para deportes extremos, porque el peligro es tangible—, no me expliqué cómo pudieron hacerlo: ¡Es agotador! Terminé cansadísima, pero con la satisfacción de sentirme como una deportista extrema, relajándome con el agua fría.
Es posible visitar Mystic Mountain y las cascadas en un solo día, como excursión desde Kingston. Si deciden hacerla, les recomiendo agregar un tercer lugar de visita: pasen por el John Crow’s Tavern, donde podrán probar cocina típica al estilo Jerk. Este secreto gastronómico fue heredado de sus antepasados esclavos, quienes escaparon a las montañas y cocinaban las carnes debajo de la tierra para no ser descubiertos por el humo por los colonizadores británicos. ¿El resultado? Hoy ese sabor delicioso del pasado es parte importante del presente jamaiquino.
Fotos: Luisa Then y Peter Coats