POR: Jean Carlos Villanueva
En entradas anteriores de ALKASA-196 les he recomendado dónde comer riquísimo y dónde instagramear de lo lindo en Nueva York. En un viaje reciente a la ciudad decidí aprovechar las noches en lugares donde la chulería del ambiente y la buena mezcla de las bebidas se disfruta mejor en persona que por Instagram. ¿Mis favoritos? Acá van dos: Vandal y Lavo.
GENTE CON FLOW: VANDAL
Yo había intentado en una ocasión anterior conseguir una reservación en Vandal, pero no lo había logrado. Esta vez mis amigos y yo teníamos esa cita hecha con seis semanas de antelación, para no dejar nada al azar. Eso sí: aun con la reservación, ¡duramos 45 minutos esperando en fila!
Pero valió la pena: de los creadores de Tao, Vandal es un revoltijo que tiene una diversidad de comida callejera global, y en sus dos niveles hay bares, lounges, un restaurante y un jardín. ¿A qué me refiero con “comida callejera global”? Nosotros comimos desde un mofonguito hasta un pretzel con filete tártaro encima.
Desde nuestra mesa, aun con las luces bajas veíamos gente con su flow, tirando todas las telas, camino a la discoteca debajo —un DJ la había alquilado para hacer una fiesta abierta al público, y llovía gente linda—.
¿Conclusión? Si van a estar por la parte baja de Manhattan —el local está en el Bowery—, hagan sus diligencias para ir a Vandal.
COMIDA CON FLOW: LAVO
Lavo tiene el mismo concepto de entretenimiento de Vandal —espacios juntos y casi revueltos—, pero en este caso el menú es italiano. Si me conocen, saben que casi me morí con los gnocchi, el albondigón y el pastel enorme de chocolate y mantequilla de maní que comí. Todo, absolutamente estaba delicioso.
Mientras bajaba los platos con un prosecchitto mis amigos y yo escuchábamos la buena música que señalaba hacia la discoteca en el primer piso y, al igual que Vandal, veíamos pasar gente que dejaría tullida a Anna Wintour. Eso es porque, entre los dos lugares, Lavo en la calle 58 es el más elegante —y la gente y sus clósets lo saben—.
Acá les dejé dos opciones, ambas muy, muy recomendadas. ¡Ah! Y para que no pasen trabajo con las reservaciones, díganle a nuestros amigos en Viajes Alkasa que hagan su magia.
Fotos: Cortesía de Jean Carlos Villanueva