HOTEL CA’ SAGREDO
Campo Santa Sofia, Cannareggio 4198, Venecia, Italia
[Sitio web]
Nuestra crítica Check-Out: Mariel Andújar, cliente
¿Para qué tipo de viaje es mejor este hotel?
Definitivamente, para parejas. Ca’ Sagredo es un palacio del siglo XV, con frescos hechos por artistas venecianos y un mobiliario exquisitamente preservado, así como varias antigüedades decorativas —cosas no muy compatibles con el ponemanismo de los niños—. Aparte, no es un hotel que contiene áreas sociales pensadas para mucha actividad, así que es ideal para los huéspedes que andan buscando tranquilidad.
¿Cómo está ubicado con respecto a los puntos más interesantes de la ciudad?
¿Recuerdan en 2017 una foto que se hizo viral en Instagram, de unas manos gigantescas que salían del Gran Canal para apoyar una edificación? Esa era la pieza Support, que hizo el artista Lorenzo Quinn para la Bienal de Arte de la ciudad ese año, y el edificio rosado era, de hecho, el Ca’ Sagredo. Quinn escogió la ubicación por ser privilegiada: al estar frente al mercado de Rialto y justo al lado de una de las paradas de vaporetto más concurridas de la ciudad, la Ca’ D’Oro que conduce a la Strada Nuova, se estaba asegurando mayor visibilidad. Con eso les digo todo: el hotel tiene una ubicación envidiable, y las habitaciones tienen balcones que miran directamente al Gran Canal.
¿Qué te pareció la decoración tanto de los espacios comunes como de las habitaciones?
Mi esposo relaja diciendo que yo soy increíblemente minuciosa para escoger hoteles, y que pocos llenan mis expectativas. Por eso, cuando les digo que el mobiliario del Ca’ Sagredo es otra fragancia, créanme. Esta edificación era una mansión, donde vivió la familia Sagredo, de la nobleza veneciana, durante varios siglos. El clan era conocido por sus inversiones en arte y en piezas de autor, que todavía permanecen en el hotel. La cantidad de frescos, escaleras de mármol y detalles en oro por metro cuadrado es impresionante.
¿Cuáles amenidades disfrutaste más?
Mi amenidad favorita es problemática: cuando retornábamos a la habitación, nos encontrábamos con que el servicio nocturno incluía dos bandejas de dulces locales y frutos secos.
¿Cómo describirías el servicio general del staff del hotel?
Yo hablo un poco de italiano y sucede que el asesor que nos hizo el check-in se llamaba Andrea. Le comenté que compartía nombre con mi cantante favorito —ya se pueden imaginar quién-, e ipso facto hizo una pausa para cambiar la música del lobby a los grandes éxitos de su tocayo el Bocelli. ¡Quedé sorprendida! Ese tipo de detalles los vi en todas partes durante nuestra estancia, con una atención profesional y cortés, pero a la vez con la calidez del Mediterráneo.
En cuanto a vida social y oferta gastronómica, ¿cómo están ambas dentro e inmediatamente fuera del hotel?
A pesar de que el hotel tiene un restaurante dirigido por un antiguo alumno de Ferrán Adrià en su época de El Bulli, yo me pregunto: teniendo tantas opciones a un paso de la puerta en toda Venecia, ¿quién quiere comer dentro del hotel? Por eso, nosotros hacíamos el desayuno dentro —un buffet delicioso de panadería y charcutería local que nos incluyó Viajes Alkasa de cortesía gracias a su alianza con la red Signature— y salíamos a conocer los laberintos de la ciudad, prefiriendo comer donde nos agarrara el apetito.
Ahora: llegar de la algarabía de Venecia y trancarse en Ca’ Sagredo no tiene precio. Hay una azotea impresionante que da hacia el jardín interior, que trae mucha paz; también, ver las gondolas pasar desde la ventana es increíblemente relajante. Y si por si acaso algún día están muy sobrecogidos por el bullicio y el sol del mediodía, por reservar a través de Alkasa y Signature el hotel les ofrece un almuerzo de tres tiempos como cortesía.
¿Qué tal el WiFi?
¡Muy bueno! Estable y con buena señal.
¿Cómo encuentras la relación calidad-precio de este hotel?
Para estar en uno de los destinos más concurridos de Europa, en un mercado conocido por no ser el más competitivo, siento que recibimos una muy buena oferta por lo pagado.
Fotos: Cortesía de Mariel Andújar