Una de las ventajas de contar con una amiga que es bloguera gastronómica en Barcelona es que no hay que aventurarse con los mejores restaurantes: ella ya sabe exactamente dónde ir. Por eso, cuando le preguntamos a Diego Cepeda, un allegado domínico-español residente en Cataluña sobre su restaurante favorito en la ciudad condal, nos dijo: “¡La Casa Lolea que descubrí a través de mi amiga bloguera!”.
Con tanto bar de tapa por doquier en BCN, y sobre todo en el vecindario de El Born donde está Lolea, puede caer uno en la conclusión errada de que todas las tapas saben iguales en cualquier lugar. “Pero uno aquí come bastante diferente: no se trata de sentarse como el ritual tradicional, sino aprovechar y entender Barcelona como un agente unificador de sabores únicos”, nos dijo. “Por eso se tiene la ventaja de que cada restaurante de tapas tiene su especialidad”.
En el caso de Lolea, esta brilla por su fortaleza en la confección de sus propios alimentos y bebidas base, desde el pan hasta la sangría. “No he probado otro pan de coca de cristal como el que sirven allá”, nos explicó Diego. “Las tapas no son las mismas que se hacen en masa, sino que cada plato de tapas, ya sea la tortilla de patatas —la cual a diferencia de bastantes bares de Barcelona, la hacen al momento— o la delicadeza con la que se monta la caballa marinada al vermut”.
Y claro, otra estrella de la casa es la sangría misma. “No la tratan como un cóctel más en el menú, sino que dan el lujo de producir una cantidad limitada al año, para mantener el estándar y su tradición intactos.”, nos contó. “Es esa vocación artesanal, y sobre todo lo singular de la sangría, lo que les ha permitido ganarse el prestigio frente a cientos de taperías en Barcelona”.
Foto: Mini Guide
VEREDICTO
Muy recomendados los cabrales con pimientos del piquillo y miel, el filete tártaro con mantequilla de hierbas, y como postre el pa amb oli i xocolata, con ganache de chocolate con aceite de oliva virgen y sal.
