El Panda Musical: Anastasia

Como actor de musicales, El Panda que Anda nos da sus consejos sobre los mejores shows de Broadway. En esta entrada, una maravilla del uso tecnológico: Anastasia.

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POR: Jean Carlos Villanueva

La historia basada en el mito de la niña Romanov que supuestamente escapó a la masacre de su familia no fue la película animada más exitosa de Fox. Increíblemente, tampoco es uno de los musicales de Broadway que más suenan.

Yo estoy aquí para corregir ese grandísimo error.

Anastasia, el musical, se estrenó apenas en abril de 2017. Lo más impresionante de esta producción no está en sus actuaciones ni sus canciones —que de por sí son fantásticas y memorables— sino en la visión que han tenido de entretejer las tecnologías de proyección y mapping digital con la escenificación de la San Petersburgo y la París de principios del siglo XX.

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Luis Marcell Ricart, quien me dirigió en el musical Anchoítas, fue quien me recomendó visitar esta obra. Me dio una sola indicación: “Fíjate en la dirección de arte”. Pensaba que se refería a la detallada suntuosidad de los vestidos, la pedrería y la joyería… sin embargo, en una de las canciones, la actriz que encarna a Anya pide a todo pulmón “por fin volver a casa”. La música va in crescendo y, de repente, el atardecer que se ve entre las columnas va perdiendo las copas de los árboles y con gran velocidad se van divisando la torre Eiffel y los grandes bulevares de París. Todavía se me erizan los pelos pensando en ese momento. Estaba anonadado, como un idiota, y ni se diga de la escena donde un tren va viajando en círculos gracias a los efectos digitales en vivo.

Ahora, hubo un momento en donde casi tuve que ponerme a buscar toda la medicina del mundo, porque me puse malo: los personajes asisten a una presentación de El lago de los cisnes en un teatro, y de un momento a otro se voltean las columnas y en vez de pantallas los actores estaban sobre dos pisos de balcones. Sin darme cuenta, se me salió un “¿PERO QUÉ ES ESTO?” desesperado, porque no aguantaba la emoción.

Esa serie de efectos es un matrimonio perfecto entre el talento orgánico de un actor y la precisión de la tecnología en servicio del arte. Anastasia es, en pocas palabras, el musical más artísticamente impresionante que he visto en mi vida.

Como les decía, las actuaciones y las canciones son dignas de aplaudir. Si quieren un adelanto, pásense por Spotify y busquen el álbum del musical: los actores que actualmente están en escena fueron los que grabaron esas versiones. ¿Mi favorita? Journey to the Past.

Al acabar la tanda a la que fui, todo el elenco recibió una ovación de pie. Si se llevan de mí y van a ver Anastasia en el teatro Broadhurst, prepárense para durar al menos dos minutos de pie al final.

Fotos: Cortesía de Jean Carlos Villanueva