POR: Virgilio Martínez Jones
El Featherdale Wildlife Park de Sídney es, tal cual se puede intuir por el nombre, un zoológico interactivo de animales silvestres… solo que ya se imaginarán, sabiendo lo especial que es la fauna australiana, las especies que podrían ver ahí dentro.
Uno de los ítemes de mi lista de deseos era ver canguros en vivo, y allá pude tacharlo: duré unos 15 minutos jugando con un “perrito de dos patas” que ellos llaman wallaby. Los wallabies son, en teoría, primos de los canguros: forman parte de la misma especie, pero el canguro es ese animal gigante y rabioso que sale en un vídeo viral peleando con un perro y su amo, cuya carne está en venta en el país, mientras que el wallaby es una versión peluche y tranquila del mismo. Como comprenderán, aunque hay especímenes de ambos en el parque, yo preferí tocar los segundos y mantenerme de lejitos con los primeros.
La logística de Featherdale permite que uno vaya cambiando de hábitat en hábitat, interactuando con los animales autóctonos como el Diablo de Tasmania, los koalas, un marsupial enorme llamado quoll, un conejo estilo Tim Burton llamado bilby y EL dingo de la frase ya famosa “A dingo’s got my baby” en boca de Meryl Streep. Aparte, aunque no están disponibles para interacción, es posible ver pululando unos pingüinitos que miden unos 40 centímetros de alto y unas dos libras de peso. También hay cigüeñas, muestras de emú y pájaros que miden hasta un metro de altura.
Sí, en Australia crecen cosas raras. Muy raras. Afortunadamente, en Featherdale puede uno conocerlas en vivo en un ambiente seguro y relajado, sin necesidad de tener que irse a los golpes con un canguro o con una culebra gigantesca de esas que salen en los patios de las casas allá. ¡Totalmente recomendada la visita!
Fotos: Virgilio Martínez Jones