POR: Heidy Roque
El escenario es casi siempre el mismo: tenemos clientes que están en Madrid y quieren dirigirse a ciudades al norte o al sur del país, y optan por un vuelo interno. Esa es una opción, claro, pero les tengo otra: decidirse por un tren de alta velocidad —o el AVE, como es comúnmente conocido allá por sus siglas—.
Recientemente me tocó tomar uno desde la estación de Puerta de Atocha hasta la estación María Zambrano en Málaga. Dependiendo de la cantidad de paradas, este recorrido en particular puede tomar entre dos horas y media y dos horas y cincuenta minutos, pasando por puntos como Castilla-La Mancha, Córdoba y Granada.
A pesar de que el tren llega hasta 300 kilómetros por hora en sus buenas, el cuerpo no lo siente, y en algunos puntos es posible ver el paisaje con tranquilidad —esto es importante para apreciar elementos como el puente sobre el río Genil en Granada, de más de un kilómetro de largo, y el viaducto Arroyo de las Piedras, a unos 100 metros de altura sobre la tierra.
Sin embargo, para mí la ventaja más importante es que tomar un tren desde el centro de una ciudad hasta el centro de otra reduce por mucho el desgaste de tener que ir a un aeropuerto: el traslado del hotel a la estación es mucho más fácil, y no es necesario llegar con varias horas de antelación —con apenas media basta—.
Aparte Renfe, la empresa propietaria de los AVE, tiene un compromiso de puntualidad con el viajero. De hecho, tan puntual es el servicio que si el retraso de un tren es superior a los 15 minutos, Renfe devuelve el 50 por ciento del monto del billete, y si se retrasa 30, devuelven el monto total del mismo.
¿Y qué tal el tema del equipaje? Las regulaciones prohiben llevar más de tres piezas, y la suma del peso de las tres no puede superar las 55 libras. Sin embargo, ellos parecen ser flexibles con este tema: nunca nos pesaron las maletas, y vimos personas con bultos mayores a las dimensiones de 85 x 55 x 35 cm permitidas, pero… ¡Nosotros cumplimos con informarles! Sin embargo, me parece que la regulación es más para buscar el confort del viajero: viendo que el compartimento superior de los vagones tiene un espacio limitado, yo les recomendaría solo viajar con el equipaje de mano necesario, y dejar cualquier maleta grande en el hotel —si hacen la reservación de hotel con nosotros, con gusto podemos solicitar este servicio complementario—. Si por el contrario desean aprovechar y explorar la ciudad en un día, para luego seguir a otro destino, pueden dejar su equipaje dentro de los casilleros de seguridad en la sección de consignas, por unos seis euros por día.
Si tienen en mente visitar varios destinos internos durante un viaje a España, ¡llámennos aquí a Viajes Alkasa! Nosotros podemos hacerles las compras de boletos con el tiempo suficiente de antelación —esto es importante, pues en nuestro grupo de viaje algunas personas quisieron adelantar su retorno por su cuenta, y aun un par de días antes no pudieron encontrar asientos disponibles—. Y claro, cualquier pregunta que tengan sobre el servicio del tren o alguna recomendación sobre Málaga, ¡pregunten por mí aquí en Viajes Alkasa!
Fotos: Heidy Roque
Además de lo cómodo que es el tren, es posible obtener por unos euros más un boleto de clase peferecnial (primera clase) que incluye alimentación (muy buena por cierto) y otras amenidades. De Madrid a Sevilla en poca más de dos horas, un palo.