POR: Ana Santelises de Latour
Los mileniales han cambiado muchas industrias, y la de los cruceros no se ha quedado detrás: con viajeros cada vez más exigentes en materia de gastronomía y decoración, la marca Celebrity ha lanzado un barco de precio moderado que promete satisfacer esos gustos con creces. Por eso, para aquellos que siempre buscan un poco más en sus viajes: el Celebrity Edge es definitivamente para ustedes.
Estuve recientemente a bordo para conocer el barco antes de su lanzamiento oficial al mercado, y aquí les comparto mis impresiones favoritas.
DEJEN A LOS NIÑOS EN CASA
Parejas, grupos de amigos, familias de adultos: lo van a disfrutar. Si por el contrario son una familia con niños pequeños o adolescentes, aquí no van a encontrar toboganes ni fiestas a todo dar. Así que tengan esto en cuenta: para tomar este crucero vale la pena dejar a los niños en casa.
LA SORPRENDENTE OFERTA GASTRONÓMICA
Todavía no salgo de mi asombro: son unos 15 restaurantes diferentes, desde comida mexicana hasta italiana, carnes y gastronomía asiática. El primero es el buffet principal, que nos sorprendió por la divertidad de estaciones de comida: desde vegetales fritos al estilo chino hasta comida vegana, pasta, frutos de mar, tacos y cocina española. Uno se puede volver loco probando comida de todos los continentes ahí.
En cuanto a los restaurantes con reservación, algo importante: el Edge funciona con una combinación de un plan todo incluido y opciones con pago adicional—. La comida es excelente, y en relación calidad-precio es sumamente competitiva: mi esposo y yo fuimos al restaurante Raw on 5, y calculé que terminamos pagando mucho menos que un establecimiento en tierra de calidad similar.
Sin embargo, evaluar la oferta solamente en materia de precio sería injusto. No hay cómo cuantificar la experiencia de Le Petit Chef, un restaurante que usa realidad aumentada (AR) que el chef utiliza cuando viene a cocinar el plato directamente sobre la mesa. ¡Así de espectacular es la oferta gastronómica!
LAS ENORMES CABINAS
Anoten estas dos palabras: Infinite Veranda. Yo quedé sorprendida, pues el Edge importó una de las mejores funcionalidades de las habitaciones de crucero de río: el balcón cerrado. Me explico: las enormes cabinas de este crucero vienen con dos espacios en uno, y el segundo es un “balcón” expuesto con un ventanal grandísimo, pero que permanece cerrado para evitar que entre el salitre, pero se abre de forma electrónica cuando uno desea utilizarlo. Le da una sensación de amplitud tremenda a la habitación.
Por cierto, hablando de amplitud: esta habitación no era una suite, sino una cabina estándar con modalidad Infinite Veranda. ¡Y era enorme!
Y si se alojan en una suite, hay un grandísimo plus: tienen acceso incluido a The Retreat, una zona exclusiva de lounge, un solarium y un restaurante comandado por un chef michelinado, donde cada huésped tiene su mayordomo privado.
LA ALFOMBRA MÁGICA
¿Qué sería un crucero al estilo milenial sin un espacio instagrameable? Bueno, aquí en el Celebrity Edge es el llamado Magic Carpet: un ascensor que sube y baja por fuera del barco, expuesto al mar. Es EL lugar para hacer vídeos para Stories o buenos Boomerangs. ¡Todo el mundo quedó fascinado!
Dados estos aspectos, este barco representa el futuro de los cruceros: es una oferta no tradicional, innovadora en el mercado, pensando en una generación de viajeros cada vez más demandante.
Por eso, para cerrar este reporte especial les tengo una propuesta: si ustedes son viajeros que nunca se han animado a tomar un crucero por el Caribe porque temen que la oferta sea un tanto masiva, les llegó su momento. Si buscan fiesta y actividad, lean la reseña de nuestra gerente Gabriela Aybar sobre el Symphony of the Seas; si buscan relajación y un servicio de alto estándar, nuestra asesora Belkis Díaz les recomienda el Celebrity Equinox. Y claro, si son unos foodies empedernidos, como yo, el Edge es mi mejor recomendación.
Semana Santa: Salida el 14 de abril desde US$1,525 por persona en ocupación doble, incluyendo impuestos y propina.
Fotos: Cortesía de Ana Santelises de Latour
