POR: Marcos Feliz
El recuerdo más vívido que tengo de la visita del equipo de Viajes Alkasa a Le Rêve es el de mi colega, la encargada de mercadeo Solanyi Mejía, gritándole a los acróbatas. Por alguna razón, ella pensaba que si se estresaba, se tapaba la cara y se volvía loca diciéndole a los bailarines que no se tiraran desde cuchucientos pisos de altura, ellos le iban a hacer caso.
Pero la entiendo: las acrobacias de Le Rêve en Las Vegas, un ballet acuático con saltos imposibles, no son de este mundo.
Este show ha ganado por siete años consecutivos el premio a mejor producción de la Asociación de Hoteleros del Sur de Nevada, y con razón: son casi 100 bailarines, buzos y acróbatas en escena, burlando las leyes de la física entre fuego, agua y aire. Al llegar al teatro Wynn yo esperaba un par de acrobacias, saltos y tumbos, pero nunca esto. ¡Es una locura! Son mil galones de agua, saltos desde 80 pies de altura, 120 instalaciones de luces LED y 16 cañones de fuego.
El hilo conductor es un personaje que anda con bastón, quien lleva a los espectadores a través de un sueño con los ojos abiertos —de ahí viene el nombre del espectáculo—, donde las luces y la música en vivo indican los momentos de romance, terror y aventura.
Las boletas cuestan más de 100 dólares, pero créanme: valen cada centavo. Yo quisiera jamás haber visto Le Rêve, solo para poder verlo de nuevo sin saber qué me esperaba y dejarme sorprender.
Si piensan asistir, dos recomendaciones: primero, no vean vídeos ni investiguen spoilers antes de ir, porque la espera les será premiada. Segundo, cualquier pregunta que tengan, desde compra de boletas hasta lugares para cenar antes o después del show, ¡contáctennos aquí en Viajes Alkasa!
Fotos: Cortesía de Wynn Las Vegas y Marcos Feliz