POR: Katingo Haché de Santelises
En el nuevo Louvre de Abu Dabi está expuesta una de las cinco versiones de Napoleón cruzando los Alpes, el ya clásico óleo sobre lienzo de Jacques-Louis David de principios del siglo XIX. Esta versión está en préstamo desde la colección del palacio de Versalles, pero ahora tengo un problema: el edificio que ideó el arquitecto francés Jean Nouvel para esta colección está tan bien pensado para mostrar las obras, con un juego de volúmenes en relieve y luces naturales y artificiales, que ahora no me imagino ese cuadro en otro lugar. ¡Está tan bien expuesto que parece el que caballo le va a saltar encima al visitante!
Esa es la mayor fortaleza del museo. No será mayor que la casa matriz y no contará con una colección tan frondosa, pero sí que se han esforzado para crear un espacio que haga honor a las obras más espectaculares que ha creado el hombre en varios continentes. Es un hogar para el arte de todo el mundo.
Nouvel, ganador del premio Pritzker de arquitectura, se inspiró en este concepto para el edificio: combinó lo local con lo global. El domo central, por ejemplo, está inspirado por una medina árabe, pero está compuesto por más de siete mil estrellas, que hablan del firmamento que nos rodea a todos. Cuando la luz solar pasa por los huecos del patrón metálico, ilumina con distintos niveles de exposición los salones internos, creando un efecto que solo he visto en este museo. No por nada el lema de la institución es “ver la humanidad bajo una nueva luz”.
Con esas estrellas, el arquitecto quería hablar sobre la eternidad. Por eso la institución tiene cuatro exhibiciones temporales cada año, que abarcan tanto a las bellas artes como a las artes aplicadas: en esta temporada, por ejemplo, están dedicando sus espacios tanto a los utensilios cotidianos de las civilizaciones que ocuparon lo que hoy es Arabia Saudita hasta la decoración moderna japonesa y, claro, los préstamos provenientes del Louvre de París.
Creo que, sin importar de dónde vengamos, todos salimos con la misma sensación de ese museo: da gusto ver lo que ha podido lograr la creatividad artística del ser humano a lo largo de nuestra historia.
Fotos: Alejandro Santelises