¿Por qué nuestra presidenta y vicepresidenta son fanáticas de Hakkasan? Ellas mismas les explicarán.
Katingo Haché de Santelises: Yo tengo algo muy, muy claro cuando se trata de consumir comida china en Nueva York. Yo sé que hay muy buenos ejemplos de distintos tipos de gastronomía china en la parte baja de Manhattan, pero cuando se trata del pato laqueado a la pekinesa, casi nadie hace uno mejor que Hakkasan.
Es muy fácil llegar a él, pues está ubicado en la parte oeste de la calle 43, entre la octava y novena avenida. El restaurante ofrece elementos tradicionales de cocina cantonesa espolvoreado con. Entre esos dos elementos tradicionales están el pato, con un exterior incomparablemente crujiente, y los dim sum, con propuestas variadísimas y hasta opciones vegetarianas.
Ana Santelises de Latour: ¡Totalmente! El pato pekinés que hacen allá es increíble. Ahora, algunas veces he ido a almorzar y, como el pato solo se sirve en la tanda de cena, he descubierto que a esa hora tienen la opción del pato pipa, con la carne y la piel igual que el pato pekinés, pero en una porción más pequeña.
Y ya que mencionaste los dim sum, yo soy testigo de que en Hakkasan hacen un trabajo fantástico con la frescura de la masa, el toque especial en la receta de salsa de soya y la variedad de rellenos —he ido con amigos que tienen restricciones alimentarias y nunca han tenido problemas para escoger los suyos—. Los he probado tanto en la sucursal de Nueva York como en la de Miami, y han estado excelentes. ¡Son de los mejores que he probado en ambas ciudades!
Si también se vuelven locos con el dim sum, tengo dos recomendaciones: primero, prueben los dumplings de sopa, con un caldito delicioso dentro. Segundo, si creen que es difícil decidirse entre calamares, camarones, vegetales y las demás opciones entre las 12 variedades al vapor y las cinco fritas, ¡vayan para el brunch de fin de semana! Ahí ellos hacen un “muestreo” de dumplings, y tienen todavía más opciones.
KHS: De los dim sum, mi favorito es el shumai de vieiras. Ahora, no solo tienen estos platos tradicionales, porque mis otros favoritos en el menú son el rollo de pato crujiente, el rollo de lubina chilena y el arroz glutinoso en hojas de loto.
Ahora, también tienen unos elementos “fusionados” interesantes: una muy nutrida carta de vinos para maridar y un bar estelar, con increíbles opciones de mixología. El ambiente en sí da para intuir estas ofertas, pues la terminación de los materiales es elegantísima, con toques de mármol.
ASL: ¡Sí! Es interesante cómo siendo un restaurante de gastronomía asiática han incluido el elemento de la carta de vinos. Y el bar, ni se diga: ellos tienen un mojito con un toque de granadina que mi esposo y yo siempre buscamos en cada visita. Por eso yo diría que Hakkasan es un lugar hasta para ir a tomar unos tragos en un buen ambiente, porque verdaderamente da para eso. Tiene, como mencionas, una decoración elegantemente relajada, y además la iluminación baja con la música lounge hace que se preste para una salida en pareja o entre amigos.
KHS: Y sin embargo, ¡nunca hay bullicio! Eso es lo que más me gusta de Hakkasan… ¡Ellos saben fusionar todo, incluyendo el ambiente!
ASL: ¿Lo bueno? Aparte de la sucursal de Nueva York y la de Miami, que está en el Hotel Fontainebleau, hay más de 10 extensiones en el mundo, desde Londres hasta el Medio Oriente. Si van a una ciudad grande, ¡definitivamente traten de ver si hay un Hakkasan allá!
Fotos: Ana Santelises de Latour y Hakkasan
