POR: Chef Tita
Sé que vivimos en un país que explota sus hermosas costas turísticamente y que, por eso, somos catadores expertos de la vida de arena y mar. Sin embargo, anoten esto: vale la pena visitar el litoral del Pacífico mexicano para probar otro sazón playero latinoamericano.
Para muestra, un crustáceo: La Langosta Feliz en Puerto Vallarta. Este restaurante tiene un menú de más de 100 platos, especializado en todo lo que sale del mar el mismo día. ¿Cómo así? Los pescadores de la zona llevan al negocio sus botines fresquecitos por la mañana, y esos pescados y frutos de mar se sirven ese mismo día.
Gracias a ese sistema probamos ceviche, langosta, ostiones y ostras con un nivel incomparable de frescura. De hecho, yo les recomendaría sin pensarlo dos veces el ceviche y las langostas —esta última es, tal cual lo afirma el nombre del lugar, la especialidad de la casa—. Aparte, le estampo un gran sello de aprobación a una sopa de mariscos que no van a encontrar de nuestro lado del mar: en La Langosta Feliz la sirven al estilo mexicano, así que aparte del ajo y la cebolla se sienten el cilantro, los chiles habaneros y el achiote.
Visité el restaurante con mi familia, y aparte del recuerdo tan grato de la comida, nos llevamos uno en el oído —el establecimiento tiene una banda de mariachi propia— y otro en los ojos—la vista de montañas y cascadas a unos pasos es impresionante—. Definitivamente, si van a Puerto Vallarta, sean felices con esa langosta.
Foto: La Langosta Feliz
