Conociendo Vancouver con niños

Nuestra clienta Carmen Grullón nos recomienda los dos lugares favoritos de su hija de seis años en esta ciudad del oeste canadiense

POR: Carmen Grullón

Camino a Whistler —no dejen de leer mi próxima entrada sobre las facilidades infantiles en el área — mi familia y yo hicimos una parada de varios días en Vancouver. Esta ciudad es más conocida por su gastronomía y su vida nocturna, así que mi esposo y yo nos preguntamos: ¿Será que nuestra hijas pequeñas y los sobrinitos que viajan con nosotros van a encontrar un lugar donde divertirse?

Nada de qué preocuparse: Vancouver tiene mucho que ofrecer para las familias con niños pequeños. Aquí les comparto los lugares favoritos de la comitiva infantil en este viaje.

[1] GRANVILLE ISLAND

El mercado de productores dentro de Granville Island es chulísimo para los adultos, pero para mi sorpresa, los niños también tienen un mercado dentro del mercado: el Kids Market. Ahí hay unas 25 tiendecitas y servicios, desde ropa y juguetes hasta zonas de juego y comida. La pandillita compuesta por niños de seis, cuatro, tres, dos y un año se divirtieron muchísimo ahí dentro —de hecho, duramos unas cuatro horas en la zona—.

Ahora, hay que equilibrar para entretener a los adultos, también: si van en un grupo, sepan que es posible repartirse las actividades en Granville. En nuestro caso, una parte del grupo de adultos se quedó con los niños en el mercadito, mientras que otra parte se fue a una destilería de whisky cercana, llamada The Liberty Distillery. Al final, nos reunimos todos en The Keg, un steakhouse que le hace honor a todos los comentarios positivos que habíamos escuchado antes de reservar. ¡Y así estuvo todo el mundo contento!


[2] STANLEY PARK

El enorme parque Stanley tiene 400 hectáreas, con kilómetros y kilómetros de senderos que se pueden recorrer a pie cuando el clima lo permite. Como nosotros fuimos en invierno, preferimos dar un paseo en carro para que los niños vieran el impresionante panorama por la ventana.

Dentro del parque está ubicada una de las atracciones favoritas de mis hijas: el acuario de la ciudad. Para que se hagan una idea de lo increíble que es el complejo: dentro hay más de 50,000 animales, un centro de rescate y por lo menos 30 exhibiciones que tocan desde las especies tropicales hasta los habitantes de las zonas árticas. Aparte, tienen shows 4D y, bajo reservación previa, la posibilidad de convertir a los niños en biólogos marinos por un día, al darles la posibilidad de asistir a los talleres donde les pueden dar de comer a los delfines, los pingüinos y las nutrias.

En otras palabras: es impresionante, y vale la pena reservar un día completo para el parque y el acuario. De hecho, lo que vimos del parque en invierno fue tan espectacular que me dio ganas de conocerlo en verano, porque debe ser un escándalo. ¡Esa es una visita pendiente!

Fotos: Cortesía de Carmen Grullón