POR: Ana Santelises de Latour
Como parte de nuestro recorrido por el norte de Italia, mi esposo y yo decidimos que no podía faltar un pasadía por Cinque Terre. La recomendación que recibimos de nuestros especialistas locales Signature fue, en vez de hacer el recorrido por tierra, probar hacer una visita guiada desde el mar en una embarcación privada.
Tenían razón: los colores y la impresionante topografía de esta parte de la Liguria se aprecian de forma impactante desde fuera.
Nuestro recorrido comenzó cuando nuestro especialista Signature y nuestro capitán nos pasaron a buscar en Portofino —no dejen de leer aquí mi reseña sobre el hotel Belmond Splendido, donde nos alojamos— para dirigirnos a Cinque Terre. Ambos conocen muy bien la zona; de hecho, el capitán, llamado Cristiano, creció y todavía vive en Santa Margherita —que, por cierto, pueden leer aquí la reseña que hicieron dos de nuestros clientes sobre su visita a este pueblo vecino—.
Nos propusieron recorrer toda la costa, para luego devolvernos y desmontarnos en Vernazza. Ahí fuimos al restaurante Gianni Franzi, recomendado por el capitán… y como les dije, él conoce bien la zona: ahí tuvimos la segunda mejor comida de el viaje completo —la primera fue en el Lago Como, y pueden leer sobre esa experiencia aquí—. Gracias a su recomendación, al llegar nos tenían reservada la mejor mesa del lugar, con vista a la playa. Todavía nos acordamos de esos mejillones, los spaghetti alle vongole y el vino que probamos.
Ya en el trayecto de retorno, nadie nos despintaba un chapuzón —el bote venía preparado con toallas y flotadores para la ocasión—. Confieso que tengo miedo de tirarme en alta mar, así que Cristiano nos llevó a una ensenada, donde pude tachar de mi lista de deseos el poder nadar en el Mediterráneo.
¿Vale la pena? Definitivamente. Nosotros quedamos encantados con la diversidad del litoral, con el color turquesa del mar, con el conocimiento de la zona que tenía el equipo Signature. Si tienen la oportunidad de recorrer la zona, ¡traten de conocerla desde el agua!
Fotos: Cortesía de Ana Santelises de Latour