POR: Carmen Rita Cordero
[Esta es la segunda parte de una serie. ¿Quieren leer la primera, sobre Ámsterdam y Colonia? Pueden hacer clic aquí.]
RÜDESHEIM
Luego de visitar Colonia, la cuarta ciudad más grande de Alemania, el Rin nos llevó hasta Rüdesheim, un encantador pueblito de 10 mil habitantes. Sus dos grandes atractivos son sus viñedos y su casco antiguo, y para llegar a ellos el crucero pasa por una serie de hermosos castillos en la ladera del río, que fueron inicialmente construidos para poder cobrar peaje.
Al llegar al pueblo pudimos probar dos exquisiteces locales: primero, las salchichas de cerdo silvestre con truchas del Rin. ¡Deliciosas! Yo no soy muy fanática de las salchichas, pero volvería al restaurante Rüdesheimer Schloss solo para probarlas de nuevo. Aparte, el café local se hace de una manera muy peculiar: le añaden chocolate y brandy, pensando en los meses fríos del año. ¡Es riquísimo!
Sin embargo, mi recuerdo favorito de Rüdesheim vino de un lugar inesperado: el Siegfried’s Mechanical Music Cabinet Museum, un centro que exhibe una colección de cajas de músicas restauradas. En sus dos plantas hay todo tipo de maravillas mecánicas, desde cajas en forma de altar de iglesia hasta una orquesta de musiquitos en madera. Creo que lo que sentí en ese momento, durante la visita guiada que hicimos, es lo que debe sentir un niño cuando va a Disney por primera vez. Si se animan a hacer el recorrido en crucero o visitan el estado de Hesse en Alemania, no dejen de visitar este fascinante museo.
¿Quieren conocer nuestras experiencias en las otras paradas del crucero en Alemania y Francia? Esperen la tercera parte de esta serie.
Fotos: Cortesía de Carmen Rita Cordero