POR: Ana Santelises de Latour
Esta entrada debe ir con una excusa a mi hijo, de siete años, que tiene una obsesión por el equipo de fútbol Real Madrid. Al igual que él, muchos fanáticos dominicanos tienen en su lista de deseos el pisar el sanctasanctórum de todo madridista: el Estadio Santiago Bernabéu, la sede oficial del equipo.
Mi esposo y yo tuvimos la oportunidad de hacer el tour oficial en un viaje reciente a la capital española –de ahí la excusa a mi hijo: esta vez no le tocó ir con nosotros y se perdió ese paseo a la zona blanca–. Desde los casilleros personalizados de los jugadores hasta el acceso a las mejores zonas de asientos –hay, después de todo, más de 80 mil puestos posibles para seleccionar la mejor vista–, pasando por el túnel de los jugadores y entrando al dugout, con este tour puede uno imaginarse el frenesí de un partido no solo desde el punto de vista de un fanático, sino también desde un jugador o un entrenador. Aparte, en una exhibición llamada El mejor club de la historia, es posible ver la cantidad ridícula de premios y trofeos que ha acumulado el Real desde su creación a principios del siglo XX.
Y con la visita es posible llevarse un pedacito del club a casa: en la tienda de regalos es posible comprar una camiseta de fútbol del RM y personalizarla con los nombres deseados en un proceso que toma unos 30 minutos. Obvio: la primera camiseta que mandé a hacer fue la de mi hijo.
Fotos: Ana Santelises de Latour
