POR: Carlos Portorreal
Costa Rica es conocida por su sistema de salud universal, su abolición del ejército y su excelente sistema educativo, y ese alto estándar de vida le ha merecido el apodo de la Suiza latinoamericana. Y para colmo, aparte de eso, tiene una gran cantidad de tesoros naturales, desde territorios volcánicos hasta la fauna endémica del bosque ecuatorial que ocupa, y se esfuerza por conservarlos y explotarlos turísticamente de forma sostenible.
Por eso, si van a pasar unos días en San José, les recomendaría reservar un espacio en sus itinerarios para aprovechar el tamaño compacto del país —tiene un área total apenas un poco más grande que la nuestra— y hacer turismo rural y de naturaleza en las zonas cercanas. Acá les paso dos de mis favoritas, que conocí en un viaje reciente al territorio de la pura vida.
LA FORTUNA
A unas dos horas y media de San José se encuentra uno de los destinos turísticos más populares del país: La Fortuna. Su fama positiva se debe a que es el hogar del volcán Arenal, un impresionante ente geológico de 1,633 metros de altura. Los costarricenses han creado senderos alrededor del volcán —yo lamentablemente no pude visitarlos, ya que poco antes de mi llegada se habían detectado emanaciones de gases en el cráter—, pero también han aprovechado esta circunstancia de otra forma: con centros recreativos de aguas termales.
Aparte de poder aprovechar un pase de un día en un resort con piscinas llenas de estas aguas tocadas por el Arenal, también se puede aprender sobre el ecosistema animal en un centro de rescate, donde se pueden ver pumas, monos y perezosos que anteriormente eran tenidos como mascotas ilegalmente. Costa Rica se preocupa por cuidar su biodiversidad —contiene el cinco por ciento del total existente en todo el mundo—, y esto incluye a sus especies animales.
Y para apreciar las especies vegetales, también frente al Arenal hay un parque de puentes colgantes llamado Místico. Para que tengan una idea: el más alto de los puentes está a 45 metros de altura, y desde ahí se puede disfrutar la vista del paisaje boscoso de las faldas del cerro Arenal.
Otra nota, por si les da el tiempo: la zona tiene un segundo volcán, llamado Chato, que está inactivo. Vale la pena visitarlo, porque los senderos que lo rodean llevan a la catarata La Fortuna, con una piscina natural debajo.
ALAJUELA
El 90 por ciento de las mariposas que existen en Centroamérica se encuentran en Costa Rica. Por eso, si visitan la provincia de Alajuela, a dos horas de San José, les recomiendo pasar por La Paz Waterfall Gardens, un parque natural y santuario animal que incluye un excelente mariposario. Asimismo, hay un espacio dedicado a las ranas y otro a los tucanes.
También tienen disponible un lago con truchas, donde se puede pescar. Los peces se pueden retornar directamente al agua o se pueden pasar al equipo del parque para que los cocinen y los sirvan ahí mismo.
La zona también es conocida por tener al Poás, un volcán activo, bien activo. ¿Un buen lugar para observarlo de lejitos? La Lechería Corso, una granja que ha construido un mirador dedicado. Pero Corso también es conocida por ofrecer un tour de dos horas que incluye un recorrido de 300 metros por el bosque nuboso, una visita a una mini granja con aves de corral, un impresionante fresal y una lechería que produce, entre otros alimentos, queso fresco.
Ahora, Costa Rica ofrece opciones de turismo natural para todos los niveles de espíritu aventurero —incluyendo canopy a cientos de metros de altura—. Si desean conversar sobre estas recomendaciones o conocer sobre las ofertas de eco-hoteles y de paquetes de deportes extremos, así como opciones de vuelos directos a través de la aerolínea Condor, ¡llámennos en Viajes Alkasa!
Fotos: Carlos Portorreal