Nuestra presidenta, doña Katingo Haché de Santelises, y una de nuestras más queridas clientas, Michèle Jiménez Vicens, comparten sus impresiones y recomendaciones sobre sus visitas recientes a Park City, una de las mecas del esquí en Estados Unidos.
LA EXPERIENCIA DE DOÑA KATINGO
Park City es uno de los enclaves de esquí más completos de Estados Unidos, compuesto por una gran cantidad de resorts de nieve –como Canyons Village y Deer Valley–. El punto de entrada a la ciudad, por vía aérea, es Salt Lake City; de tomar los vuelos que ofrece Delta desde Santo Domingo, a través de Nueva York, es posible llegar en la mañana y dirigirse directamente a esquiar. ¡Es una ruta bastante cómoda!
Al llegar a Park City puedes tomar el minibus gratuito hacia el resort donde se está hospedado, y ahí en el camino se da uno cuenta de un detalle gracioso en la imagen de los lugares y la ropa de los residentes: por su ubicación geográfica, hay muchas referencias al Viejo Oeste, con bares de vaqueros, y los correspondientes sombreros y botas.
Stein Eriksen, uno de los primeros medallistas estadounidenses en las olimpíadas de invierno, era propietario de un hotel con su nombre allá. Falleció en 2015, pero recuerdo que aún con 90 y tantos años estaba metido de lleno en el resort, que sigue siendo un clásico. Eso habla de la actitud de los vacacionistas en la zona: ya que en las pistas de Deer Valley no se hace snowboarding, fuera del público general se ve también gente mayor, de hasta 80 años, disfrutando de la nieve.
Si te hospedas en Deer Valley puedes alquilar un auto, aunque no es necesario, pues es fácil llegar a los demás puntos de la zona con el transporte público. Y vale la pena hacer saltos de resort en resort: nosotros estuvimos en el restaurante del lujoso St. Regis, una belleza de hotel ubicado justo en la montaña. ¡Fue una experiencia increíble!
LA EXPERIENCIA DE MICHÈLE
Muchas zonas de turismo de nieve se crean a posteriori para aprovechar la pista, pero Park City es un pueblo que tuvo vida como centro minero mucho antes de ser un punto de vacaciones: fue después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el precio de plata se desplomó, que los residentes se resistieron a convertirse en un pueblo fantasma y en vez de eso forjaron el engranaje para el turismo de esquí. El pueblo se unió para costear la primera telesilla, y ahí comenzó todo.
Eso significa que, contrario a otros puntos de esquí donde el entorno ha sido creado alrededor del turismo, este lugar es verdaderamente un pueblo con una historia de más de 100 años, con un sabor muy auténtico.
En una visita reciente allá pude conocer tres lugares en el pueblo que me dejaron con ganas de volver.
– High West Distillery. Como se puede esperar, aquí se elabora whisky y vodka, pero ellos lo han llevado un poco más lejos: tienen un mixólogo residente que elabora tragos increíbles y hace maridaje con la excelente comida elaborada con ingredientes locales. ¡Fue mi lugar favorito en esta visita!
– Zoom. Robert Redford es el propietario de este restaurante donde también se elaboran platos con ingredientes locales. Hablando del actor y también creador del festival de cine Sundance, esa ciudad está a una hora de Park City y puede fácilmente servir como un viajecito de escapada de un día.
– Wasatch Brew Pub. Haciendo honor con su nombre a la herencia indígena de la zona, en este pub sirven una gran variedad de cervezas locales, algunas servidas exclusivamente en la zona.
Fotos: Deer Valley Resort y cortesía de Michèle Jiménez Vicens