Como gerente de operaciones en Viajes Alkasa, había escuchado tantísimas veces de padres jóvenes que preferían posponer un paseo a Disney hasta que los niños, en ese momento de dos o tres años, tuvieran la capacidad de entender, disfrutar y recordar lo vivido. Cuando me tocó a mí tomar la decisión de visitar los parques con mi niño de dos años, decidí intentarlo… y hoy, cada vez que lo escucho preguntarme que cuándo volvemos, o le oigo hablar del «pulpo feo» –con el permiso de Úrsula, de La Sirenita–, sé que tomé la decisión correcta. Definitivamente: visitar los parques de Disney con un bebé de dos años no solo es posible, sino que es una aventura memorable tanto para padres como para hijos.
POR: Gabriela Aybar
[MAGIC KINGDOM]
El principal y mayor consejo que tengo para padres viajando con niños pequeños: hagan uso del sistema de FastPass que provee Disney. Puedes entrar hasta un mes antes a My Disney Experience –y recomiendo entrar tan pronto lo permita el sistema, pues los pases se agotan con rapidez; asimismo, lo mejor es hacerlo con tu código de reserva desde la versión desktop para luego tenerla disponible en la app– para acelerar la entrada a algunas atracciones. La de los carritos de Winnie The Pooh, por ejemplo, tiene 60 minutos de espera; la del barco volador de Peter Pan tiene 45, y un niño de esa edad no puede esperar tanto. Se van a acordar de mí cuando las filas se reduzcan a 15 minutos.
¿Otra ventaja del FastPass? La posibilidad de hacer cambios en las reservas de las atracciones dependiendo del horario de sueño del niño. Los que tienen hijos de esa edad me entenderán cuando digo que suelen ser muy espontáneos con sus siestas.
[ANIMAL KINGDOM]
Es muy importante llegar temprano, porque Animal Kingdom cierra aproximadamente a las cinco de la tarde. Acá tienen puntos para conocer a los personajes –Mickey, Pluto, Donald, Tribilín y compañía–, los llamados Character Spots que aparecen en el mapa que provee el parque. No podía creer cuán emocionado estaba mi hijo al verlos –para ellos, recordé, esos muñecos son celebridades–. Aparte, el safari es interesantísimo para ellos: como ya conocen los animales por fotos y diagramas, ver hipopótamos y elefantes en persona es una experiencia educativa y a la vez divertida.
[HOLLYWOOD STUDIOS]
Lo más importante para ellos: acá en Hollywood Studios están todos esos muñecos que ven por Disney Jr. en televisión, incluyendo a la Doctora Juguete y Jake y los Piratas del Nunca Jamás. Quedé sorprendida por lo feliz que estaba mi hijo viendo el show de estos personajes; es interactivo y permite a los niños cantar junto a ellos. Hablando de cantar, a los padres que sufrieron una y otra vez esa canción de Frozen: acá también hay un show para cantar junto a las princesas, e incluye la canción aquella que no vamos a mencionar. Para los niños y niñas que gusten de algo más físico está la atracción de Buzz Lightyear, que permite disparar con una pistola de láser a seres espaciales desde un carrito. Ahora, con esa sí o sí usen el FastPass: con 60 minutos de espera regular, vale la pena.
[COMIDAS CON PERSONAJES]
Aquí, en materia de experiencia para los niños chiquitos, se paran las aguas: hicimos el brunch de Winnie The Pooh and Friends en el Crystal Palace –a la entrada de Magic Kingdom– y un almuerzo con los personajes de Disney Jr en Hollywood & Vine –en Hollywood Studios–, ambos con comida en buffet. Para quienes compran el Plan de Comida, estos almuerzos ya están incluidos, pero debe hacerse reserva previa para asistir a ellos.
Durante estas actividades de hora y media los personajes se pasean por las mesas, dándole oportunidad a los niños de compartir con ellos confortablemente. El último de los dos es interactivo, con la posibilidad de cantar y bailar junto a Handy Manny y compañía. ¡Él estaba eufórico! Salió disparado corriendo de la mesa cuando vio a Jake, el personaje principal del programa de piratas.
Desde ya estoy haciendo planes para, en alguna otra visita a los parques de Disney, poder hacer el almuerzo de Chef Mickey, porque hasta a mí me queda la ilusión de estar de tú a tú con esos personajes clásicos. Mientras tanto, me quedan estos recuerdos de cómo mi hijo, aun con dos años, disfrutó de Disney a su manera.
Fotos: Gabriela Aybar