Una jornada montecristeña

En Montecristi hay mucho más que El Morro: en un día puedes disfrutar de las ofertas culturales, gastronómicas y ecológicas que tiene su capital, San Fernando.

Nuestra asesora de viajes Ana Merys Mercedes recibió una invitación del Cluster Turístico de Montecristi para conocer las atracciones de turismo ecológico y cultural  de San Fernando, la capital de la provincia. “Pensaba que las visitas se iban a concentrar en la playa, pero para mi gratísima sorpresa, Montecristi tiene maravillosos atractivos para el turismo cultural”, nos dijo a su retorno. ¿Cuál es el mayor de ellos? “El calor de su gente, que con amabilidad y mucho conocimiento te muestra las bellezas de su tierra”, nos explicó. Aquí, tras su experiencia, comparte con ustedes una guía para conocer lo mejor de este diamante en bruto del noroeste en un día.

POR: Ana Merys Mercedes

 

[8:00 A.M. – MANGÚ MARINO]
El Hotel Marina del Mar tiene una ubicación estratégica: está justo frente al Muelle, que en materia de ubicación es casi siempre el punto de partida de las excursiones diurnas. Aquí puedes desayunar en el restaurante, donde el mismo chef que preparó el mangú, los huevos revueltos, el queso frito, los jugos frescos de sandía, fresa y melón te explica sobre los componentes de esta oferta criolla.

[9:00 A.M. – UNA PARA INSTAGRAM]
Sal hacia el Muelle; siguiendo una escalinata en madera llegarás a un gazebo desde donde podrás tener una vista de 360 grados del Morro y El Morrito, así como de la zona de playa. Visualmente es algo increíble, con un aire paradisíaco. Puedes aprovechar y tomarte la foto de envidia para Instagram o mojar tus pies en el agua.

[9:30 A.M. – AL MAR ABIERTO]
A las 9:30 en el Muelle parte una excursión hacia los manglares organizada por Soraya y Santos Tours, una empresa familiar especializada en turismo marino. En el camino se realiza una parada en una piscina natural, donde la arena increíblemente parece copos de avena y, aparte, tiene capacidades exfoliantes. Desde ese lugar la vista es impresionante: El Morro se ve desde distintos ángulos, y en un momento el agua forma con él un espejo, y ahí concluí que todo ese paisaje es una construcción de Dios. Ya en mar abierto entramos a los Cayos Siete Hermanos, un grupo de islotes que forman parte de un refugio de vida silvestre. En nuestro destino final, los manglares, no solo impacta la cantidad visible de su variedad rojiza, sino lo cristalino del agua —con razón es un punto escogido por muchos buceadores para observar el ecosistema marino.

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[12:30 P.M. – CHIVO, CHIVO, CHIVO, CHIVO DE LA LOMA]
El chivo guisado con orégano hace su aparición en los platos de nuestro almuerzo en El Morro Ecoadventure Hotel, a unos cinco minutos en vehículo del Muelle. La carne viene acompañada de moro de guandules, yuquitas fritas, tostones, ensalada verde, jugos naturales y dulces típicos de piña y lechoza. El hotel es el más moderno de la zona, con mobiliario, lencería y arquitectura minimalista, y una vista espectacular, justo en la falda del Morro.

[3:00 P.M. – ARQUITECTURA EMILIANA]
La Villa Doña Emilia es una mansión que perteneció a doña Emilia Jimenes, hija del presidente Juan Isidro Jimenes Pereyra. Fue declarada monumento nacional por sus valiosos elementos decorativos y la utilización de la madera preciosa. Esta edificación de tipo victoriano fue importada desde Francia en 1895, en piezas prefabricadas; tiene techo en mansarda, pisos de madera decorada, ventiladores de hierro y madera sobre sus puertas en arco de medio punto, un enverado artístico de hierro y, en su segundo nivel, las paredes están acorazadas por planchas decorativas de zinc en forma de pescado. ¿Otra cosa que impresiona? La minuciosa preparación del personal de la Casa Museo, quienes, a pesar de su juventud, conocen la historia del lugar al dedillo.

[3:30 P.M. – PASEO POR EL PUEBLO]
La villa se encuentra frente al Parque Duarte, la antigua Plaza de Armas de la ciudad. Ahí se encuentra uno de los íconos de San Fernando: el Reloj Público, una estructura de 29 metros de altura fabricada en Francia. A su llegada al país en 1895, fue recibido en un acto inaugural por Máximo Gómez y José Martí. Justamente cerca del parque está la Casa Museo Máximo Gómez, el lugar donde hacía planes con Martí; hoy se conservan ahí dentro cartas manuscritas, fotografías y réplicas de los acuerdos políticos que idearon. Otra de las casas históricas cercanas es la antigua residencia de Manolo Tavárez Justo, ubicada en la calle Santiago Rodríguez.

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Es interesante combinar este recorrido histórico con uno artesanal, con una visita a las Minas de Sal. Ahí el mar hace su impactante entrada, y tras observar todos los procesos que sufre el agua, se termina con la sal en grano. En la casa museo, donde se puede comprar sal por libra y observar los utensilios artesanales utilizados para la extracción, la madera ha sufrido una preciosa corrosión que habla tanto del tiempo que ha estado la edificación ahí como de el empeño de sus propietarios por mantener la autenticidad de la misma y del proceso.

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[6:00 P.M. – EL SOL SE PONE SOBRE EL MORRO]
Al salir de la mina puedes volver al área de playa y desde ahí caminar al Morro, en un trayecto que toma aproximadamente 20 minutos de subida. El premio es poder ver el sol caer sobre los 239 metros de altura de ese titán de piedra.

[7:30 P.M. – LA NOCHE DEL NOROESTE]
La historia de Montecristi, con su población inicial de canarios, las devastaciones de Osorio y las mescolanzas migratorias posteriores, se refleja en la variedad gastronómica que hay en su zona de playa. Desde platos que aprovechan los mariscos y los frutos de mar cercanos hasta buenas versiones de la bandera dominicana y el sancocho, en los restaurantes playeros hay múltiples opciones para probar el sazón local. Mi recomendación, sin embargo, es probar la oferta de auténticas pizzas a la leña en uno de los establecimientos locales propiedad de italianos.

Ya para esa hora se va formando un ambiente agradable en la zona, con gente que se divierte escuchando música desde sus vehículos. Para quienes busquen una opción más relajada, las terrazas de los hoteles Marbella y Miramar están abiertos al público, y ahí pueden disfrutar de las hamacas, las piscinas o los bares disponibles.

¿Deseas pasar un fin de semana en Montecristi? Contáctanos al (809) 563-4631 o escríbenos aquí para presentarte opciones de alojamiento y recorridos turísticos.

Fotos: Máximo Zorrilla